En nuestras ciudades, cada vez más densas, nos vemos obligados a encontrar formas nuevas y creativas de conseguir que los árboles y otros elementos verdes se integren en situaciones complicadas. En la actualidad, la mayoría de los nuevos proyectos aprovechan al máximo el potencial del terreno de que disponen, construyendo bajo tierra (aparcamientos, almacenes u otros espacios) y ajardinando la parte superior para crear zonas verdes. Las plantaciones en azoteas y balcones son cada vez más habituales, y muchas de las nuevas zonas comunes al aire libre ofrecen diseños con gran atractivo.
La plantación de césped y arbustos es relativamente sencilla, siempre que se disponga de una cantidad de agua adecuada. Por lo general, en estos escenarios, la plantación no puede acceder a fuentes de agua naturales, por lo que el riego automatizado se hace imprescindible, al igual que una salida de drenaje para cualquier exceso de agua.
Sin embargo, a la hora de plantar árboles, hay que tener en cuenta algunas consideraciones críticas. En primer lugar, qué especie de árbol es adecuada, en segundo lugar, si podemos conseguir un volumen de suelo no compactado adecuado para el árbol, y por último, si podemos mantener el árbol erguido hasta que el propio sistema de enraizamiento se consolide.
En situaciones como las mencionadas anteriormente, GreenBlue Urban ha trabajado con destacados arquitectos paisajistas e ingenieros para buscar soluciones a estos problemas. Algunos emplazamientos pueden acoger profundidades de suelo razonables antes de llegar a la capa de drenaje y a la membrana de impermeabilización, sin embargo, muchos experimentan limitaciones, que pueden deberse a restricciones de peso, o a simples detalles particulares de cada construcción. Por ejemplo, muchos proyectos utilizan rellenos ligeros de huecos para crear la apariencia de estar generando mayor profundidad del suelo, pero sin la complicación de tener que aplicar grandes toneladas de tierra.
.Como siempre, GreenBlue Urban recomienda plantar árboles en zonas de suelo blando, pero cuando estas zonas no están disponibles, la instalación de un sistema de celdas de suelo que envuelva al cepellón, soportando el pavimento, permitiría que los árboles enraizaran libremente en todo el volumen de suelo disponible. Al trabajar en proyectos con espacios limitados, la profundidad de los materiales a colocar es crítica, y con frecuencia se asume erróneamente que el árbol necesitará un mínimo de 1000mm de tierra, lo cual es difícil de alcanzar. Utilizando el sistema GreenBlue Urban StrataCell, hemos conseguido reducir con éxito la profundidad requerida entre la capa de drenaje y la cara inferior del pavimento a sólo 250 mm, lo que abre nuevas oportunidades en nuestras zonas urbanas.
La reducción de la “altura” de enraizamiento tiene también otras ventajas: favorece que las raíces se extiendan más hacia el exterior, aumentando el acceso del árbol al agua (área más amplia) y reduciendo el peso de la carga puntual del árbol en su crecimiento (también un área más amplia).
.Otra cuestión importante es el acceso no sólo al árbol, sino también a los edificios circundantes. Muchas de estas urbanizaciones requieren el acceso de camiones de bomberos para labores de mantenimiento o asistencia, por lo que al elegir la solución adecuada, es importante comprobar que la capacidad portante de la solución de la célula de suelo es adecuada para el posible paso vehicular. La serie StrataCell 60 de GreenBlue Urban puede soportar más de 60 toneladas por metro cuadrado, lo que la convierte en la celda de suelo más resistente del mundo. Para situaciones de menor peso, se suelen instalar los sistemas StrataCell 30, o el sistema RootSpace.