Aquellos que hayan escuchado nuestros seminarios y leído blogs anteriores conocerán el término “árbol adecuado, lugar adecuado, forma adecuada”. Existen muchos factores importantes a la hora de considerar la máxima cobertura arbórea en zonas urbanas, especialmente cuando el espacio es limitado. Anteriormente hemos destacado la importancia de un suelo sano, aireado y sin compactación, ya que en las zonas con un suelo de mala calidad, donde los nutrientes orgánicos son limitados, las copas son finas y la evapotranspiración escasa; básicamente, los beneficios conocidos son limitados.
Si bien es cierto que cada especie tiene su particular forma de enfrentarse al suelo y las condiciones urbanas existentes, elegir la solución correcta resulta vital. De igual forma, será esencial tener en cuenta las condiciones bajo el suelo que tengamos, ya que seguramente nos encontremos con servicios de infraestructuras y espacios limitados. Todo esto, junto con la compactación del suelo, podrán limitar de forma considerada la vida del árbol.
Resulta sencillo: para que un árbol alcance la madurez, necesita un suelo sano, aireado y sin compactaciones.
Hoy nos centraremos en el volumen del suelo, el factor más importante por varias razones. En los entornos urbanos, un volumen de suelo suficiente permite que los árboles crezcan más grandes y sanos, proporcionándoles numerosos beneficios como sombra, purificación del aire, evapotranspiración y embellecimiento.
Crecimiento y desarrollo radicular: El volumen de suelo disponible influye directamente en el crecimiento y el desarrollo de las raíces. Los árboles necesitan espacio suficiente para que sus raíces se extiendan y accedan a los nutrientes y al agua. Un mayor volumen de suelo permite a los árboles establecer un sistema radicular fuerte, lo que conduce a un crecimiento más sano y robusto.
Disponibilidad de nutrientes: El volumen del suelo afecta al contenido global de nutrientes y a su disponibilidad. Un mayor volumen de suelo significa, por lo general, que pueden almacenarse y estar disponibles más nutrientes. Esto es crucial para su desarrollo y productividad.
Capacidad de retención de agua: El volumen del suelo determina la cantidad de agua que puede retener. Los suelos con mayor volumen pueden retener más agua, lo que reduce la frecuencia de riego y facilita la supervivencia de los árboles durante los periodos secos.
Aireación del suelo: Un volumen de suelo adecuado favorece una aireación correcta, lo que significa la presencia de oxígeno en el suelo. El oxígeno es vital para la respiración de las raíces y la actividad microbiana del suelo, que contribuyen a la salud del ecosistema.
Regulación de la temperatura del suelo: El volumen del suelo puede influir en su capacidad para aislar y regular la temperatura. Un mayor volumen puede ayudar a moderar las fluctuaciones de temperatura, lo que es esencial para proteger las raíces del calor o el frío extremos.
Diversidad microbiana del suelo: Los suelos de mayor volumen suelen albergar una comunidad microbiana más diversa y robusta. Unos microbios del suelo sanos desempeñan un papel fundamental en la descomposición de la materia orgánica, el ciclo de los nutrientes y la supresión de patógenos dañinos, contribuyendo así a la fertilidad del suelo y a la salud general del ecosistema.
Control de la erosión: Un mayor volumen de suelo puede ofrecer mayor resistencia a la erosión. En zonas con precipitaciones o pendientes importantes, disponer de un amplio volumen de suelo puede ayudar a prevenir la erosión, protegiendo el suelo y la vegetación que pueda haber en él.
Funcionamiento ecológico: En los ecosistemas naturales, el volumen del suelo desempeña un papel vital a la hora de determinar el funcionamiento ecológico del entorno. Influye en la biodiversidad, la sucesión de los árboles y la resistencia general del ecosistema.
El volumen del suelo es un factor fundamental que influye en la salud y productividad de la fertilidad del mismo y en el funcionamiento general del ecosistema. Comprender y gestionar adecuadamente el volumen del suelo es esencial para el éxito del paisaje y el arbolado urbano a largo plazo.
En GreenBlue, evaluamos continuamente nuestra comprensión de estos factores tan importantes para el crecimiento y la madurez del arbolado urbano. Tras escuchar a nuestros colegas del sector y a nuestros clientes, hemos revisado nuestra Guía de volumen del suelo (Tree Species Soil Volume Guide v2), que se publicó originalmente en 2019 y que se ha ganado el reconocimiento del sector como herramienta de referencia en la prescripción. Sin embargo, la comprensión de los tipos de suelo ha mejorado y ha tenido en cuenta factores adicionales como la capacidad de retención de agua y la demanda de agua de las especies arbóreas, incluidos los períodos de sequía.
Existen muchas y buenas publicaciones al respecto, y la nuestra solo pretende servir de orientación para proporcionar volúmenes de suelo suficientes y alcanzar el potencial y la longevidad de cada especie.
